Abofeteables
Quien más quien menos tiene una lista de personajes que no es que te caigan mal, es que tiene la capacidad de desquiciarte, son altamente abofeteables. Ahí va la mia:
- Calista Flockhart.
Gracias a la serie Cinco hermanos, hemos descubierto que tras algún intento de dedicarse al cine, ha vuelto a la tele. Y ha vuelto igual, interpretando una versión (abiertamente) republicana de Ally McBeal. Será culpa del botox, pero cada vez que pienso en la cara que pone alguien cuando huele un repollo cociéndose, pienso en la cara de esta mujer.
- Rob Lowe.
Otro que tal. Este ha seguido un camino diferente, de prometedor aspirante a estrella de la generación de Tom Cruise, pasó al olvido por un quítame allá esos polvos. La tele lo ha recuperado, dios sabrá por qué, primero en El ala oeste de la Casa Blanca y ahora en la misma serie que Calista. Es el tipo de actor que cuando pone cara de intenso/profundo uno se le imagina haciendo complicados cálculos mentales, tal y como enseñaba Joey en Friends.
- Juan Luis Alonso.
Uno de aquí. El del pelo canoso/wannabe moderno de Dolce Vita (un minuto de silencio por el programa XD). No es sólo que haga unos juicios sumarísimos a los personajes, no es sólo que sus opiniones sobre cualquier tema de sexo puedan hacer parecer una progre a Curry Valenzuela, es que son tan gratuitos, unos y otros, que dan vergüenza ajena. En general, el volumen de voz de la mayor parte de los comentaristas de corazón es bastante desquiciante, así que paro aquí porque sería un monográfico.
- Bertín Osborne.
Otro. Si uno pensaba que el Grand Prix no podía ser peor, llega él y te cambia tus expectativas. Realmente sí puede ser peor. No puedo con ese aire de yo pasaba por aquí y decidí echar una mano a grabar un programa. Ese aire, que por otro lado, debe de ser el secreto de su éxito. Porque dudo mucho que su secreto sean ese corte de pelo que, como la reina, mantiene desde el primer día o esos pantalones estilo cachuli. Desde aquí te lo digo, Norberto, a según que edades, los pantalones demasiado subidos sólo resaltan la barriga. Y todo, porque hace ¿25? años cantaba Buenas noches, señora, buenas noches señora con voz nasal. Miedo da pensar que dentro de 20 años seguirá el Grand Prix, presentado para entonces por Alex Casademunt...
Otro día, más.
- Calista Flockhart.
Gracias a la serie Cinco hermanos, hemos descubierto que tras algún intento de dedicarse al cine, ha vuelto a la tele. Y ha vuelto igual, interpretando una versión (abiertamente) republicana de Ally McBeal. Será culpa del botox, pero cada vez que pienso en la cara que pone alguien cuando huele un repollo cociéndose, pienso en la cara de esta mujer.
- Rob Lowe.
Otro que tal. Este ha seguido un camino diferente, de prometedor aspirante a estrella de la generación de Tom Cruise, pasó al olvido por un quítame allá esos polvos. La tele lo ha recuperado, dios sabrá por qué, primero en El ala oeste de la Casa Blanca y ahora en la misma serie que Calista. Es el tipo de actor que cuando pone cara de intenso/profundo uno se le imagina haciendo complicados cálculos mentales, tal y como enseñaba Joey en Friends.
- Juan Luis Alonso.
Uno de aquí. El del pelo canoso/wannabe moderno de Dolce Vita (un minuto de silencio por el programa XD). No es sólo que haga unos juicios sumarísimos a los personajes, no es sólo que sus opiniones sobre cualquier tema de sexo puedan hacer parecer una progre a Curry Valenzuela, es que son tan gratuitos, unos y otros, que dan vergüenza ajena. En general, el volumen de voz de la mayor parte de los comentaristas de corazón es bastante desquiciante, así que paro aquí porque sería un monográfico.
- Bertín Osborne.
Otro. Si uno pensaba que el Grand Prix no podía ser peor, llega él y te cambia tus expectativas. Realmente sí puede ser peor. No puedo con ese aire de yo pasaba por aquí y decidí echar una mano a grabar un programa. Ese aire, que por otro lado, debe de ser el secreto de su éxito. Porque dudo mucho que su secreto sean ese corte de pelo que, como la reina, mantiene desde el primer día o esos pantalones estilo cachuli. Desde aquí te lo digo, Norberto, a según que edades, los pantalones demasiado subidos sólo resaltan la barriga. Y todo, porque hace ¿25? años cantaba Buenas noches, señora, buenas noches señora con voz nasal. Miedo da pensar que dentro de 20 años seguirá el Grand Prix, presentado para entonces por Alex Casademunt...
Otro día, más.
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